{vida} #5. interludio.

Usualmente a mitad de año hago algún balance de mi vida en general. Voy viendo que he hecho, que está bien, regular o mal y que quiero cambiar de aquí a diciembre. Voy haciendo las comparaciones clásicas del "el año pasado a esta misma fecha estaba en..." y hago el cálculo de que, para bien o para mal, voy mejorando (o tratando de) y de que las cosas se vayan por el camino correcto.

Hace ya varias semanas igual que quería escribir un post sobre las cosas que me han pasado. Quizás no son maravillosas como ustedes pensarán, pero son pequeños pero grandes cambios que van pasado día a día.

Hace un par de días conversé con mi mejor amiga y le conté de los nuevos riesgos que estaba tomando: el nuevo trabajo, las clases en el instituto, la Universidad, el inminente concierto de Muse (67 días y descontando <3) y entre todo eso, salió el tema de mi vida amorosa.

Por primera vez, no tuve nada que contarle.

Se sorprendió, obviamente, ya que usualmente siempre tenía algún crush nuevo o alguien que anduviera rondando sutilmente por ahí. Pero le dije "todo muy normal, de hecho, es inexistente"

Y me di cuenta que era feliz. El estar soltera y que, principalmente, el ser soltera le guste a una, es algo que no me había pasado. Usualmente terminaba odiando el ser soltera, aunque todos/as me decían que era algo que se tenía que disfrutar. Tuvieron que pasar un par de años para poder tomar el consejo y empezar a disfrutar la soltería.

Pero eso es cuento aparte.

Respecto a mi resumen de mitad de año, encuentro que si he avanzado. Quizás no de la manera que esperaba y con algunos baches por aquí y por allá, pero dentro de su normalidad. Si miro hacia atrás y veo a la yo que estaba en agosto del 2014, me alegro que haya cambiado. Las cosas que comenzaron a suceder de manera vertiginosa ese segundo semestre me llevaron a ser una mujer más seria, quizás más fría, pero que finalmente va entendiendo el proceso que es madurar y asumir responsabilidades. Hay cosas que tuve que dejar atrás y fueron por mi bien. Cosas que dejé y que hoy, mirando hacia atrás, me alegro de haberlo hecho.

Porque de eso se trata, en parte, la vida: de dejar cosas, encontrar nuevas y renovarse día a día. La idea es avanzar y no retroceder mil años en lo que uno va haciendo. Quizás de miedo, en un principio, pero se tiene que pensar que se va en pos de algo mejor.

Lo nuevo siempre es bueno ¿cierto?