Título: La Corona (The Crown - La Selección #5).
Autor: Kiera Cass.
Editorial: HarperTeen (Editorial Penguin Random House en Chile)
Encuadernación: Hardcover.
Páginas: 269.
Sinopsis: Cuando Eadlyn se convirtió en la primera princesa de Illéa en tener su propia Selección, nunca pensó en enamorarse de ninguno de sus 35 pretendientes. Pasó las primeras semanas de competición contando los días hasta poder mandar a todos a casa. Pero mientras los eventos en el palacio forzaban a Eadlyn ser el centro de atención, se dio cuenta que quizás no estaba tan contenta de seguir sola.
Eadlyn sigue insegura que si encontrará su final de cuentos de hada como sus padres lo hicieron veinte años atrás. Pero a veces el corazón tiene maneras de sorprenderte... y pronto Eadlyn tiene que tomar una decisión que se siente más imposible—y más importante— de lo que ella misma imaginó.
Okay, ¿cómo comienzo un review de un libro que -a todas luces- me dejó con un gusto amargo?
Todos los que me conocen saben que adoro a Kiera Cass y más aún, que AMO la saga de La Selección (no por nada he leído los libros ya casi 7 u 8 veces, hehe). Y que cuando anunciaron que habrían dos libros más, mi felicidarks fue suprema.
The Crown (o La Corona) es el quinto y último libro de la saga de La Selección, que originalmente, era una trilogía. Pero La Heredera (reseña aquí) y La Corona son una historia aparte ya que sigue la vida de Eadlyn, heredera al trono de Illéa.
El fina de The Heir me dejó con el alma en vilo y no podía esperar a leer su continuación. Así que el día en que llegó a mis manos, lo devoré en cuestión de horas. Pero mientras seguía con mi lectura, mi asombro y ansias fueron transformándose en un tedio absoluto.
The Crown retoma dónde Kiera dejó el libro anterior (si no han leído La Heredera, here comes the drones spoilers): con el infarto que sufrió America y con la incertidumbre de quien sería el elegido por Eadlyn, ya que habían casi cinco solteros que pintaban bien para ser the choosen one por nuestra protagonista.
No se preocupen, no muere nadie en este libro, así que jumbitos por eso, Kiera. Y mientras nos vamos adentrando en la trama vamos viendo que el que creíamos que podría ser nuestro elegido, no lo es y todo se vuelve un caos.
No quiero poner muchos spoilers porque bueh, mataría la ilusión, pero tengo que agradecer por las dos cosas buenas que puedo rescatar del libro (spoilers ahead): Hale y Ean, y Erik. Admito que sí, aunque Hale era mi preferido siempre hubo algo en mi que me decía que este chiquillo era homosexual y que nunca le daría un besito a Eadlyn. Así que cuando oficialmente salió del closet y le contó que eran unos lovebirds con Ean, no pude más que sonreír y aplaudir con la agudeza de Kiera. Bra-vo.
Y Erik, lo segundo rescatable de todo este libro. Siempre, desde la mitad de The Heir, supe que si no era Kile the choosen one, sería Erik porque desde la patagonia podríamos ver como este jovenzuelo babeaba por Eadlyn. Y sí, viva por no elegir al más obvio.
Ahora, mis comentarios respecto a este libro son bastante negativos principalmente porque esperaba mucho más de una escritora como lo es Kiera Cass. El final del libro lo encontré rápido y casi sin sentido, algo muy parecido a lo que me ocurrió cuando leí Amanecer (mushosaños) de Stephenie Meyer: fue un libro forzado y escrito casi a la rápida, sin un argumento muy firme. Los otros cuatro se destacan a todas luces, pero este es el más flojo de todos.
Debo decir, con lo mucho que amo esta saga, me quedo con los tres primeros. La historia de America y Maxon es algo que, ni siquiera la misma Cass, pudo superar.
Marta.