{vida} #1. Estado Neutral.
2:59 p. m.
Hay
algo, muy extraño y bastante raro, que me pasa dado un tiempo determinado.
Llega un tiempo en que ni
cosas buenas, ni cosas malas comienzan a ocurrir y, simplemente, me llevan a un
estado neutro. No un estado de monotonía diaria, sino que las cosas dejan de
ocurrir y al final, todo se vuelve neutro. No es ni para mal ni para bien…
simplemente neutro.
Mi vida amorosa entró a ese estado neutro.
Después de mucho tiempo, meses, días y varios segundos, mi vida
amorosa entró al estado neutral, el cual se distingue por varios aspectos:
a) la falta de interés amoroso por cualquier persona.
b) la falta de atractivo que comienzan a tomar todos.
c) la falta de ganas por tratar de conocer gente. y;
d) Que ya nadie cumple las expectativas deseadas.
Soy una mujer complicada cuando hablamos de hombres. Cada uno tiene que tener una series
de características esenciales que, cuando se encuentra (que es uno en un
millón), es automáticamente, the choosen one. O
algo similar.
No niego que el estado neutro
es algo bueno. Me lleva a esa tranquilidad
post-todo-lo-relacionado-con-lo-amoroso-que-ya-no-quiero-saber y yo me siento
más tranquila porque, simplemente, no me interesa nadie. Y lo más importante,
es porque yo tampoco quiero
estar con nadie.
La última vez que me pasó eso
fue el… ¿2011? ¿2012? Ya ni me acuerdo.
El problema del estado neutral es el siguiente: cuando llega alguien -que cumpla los requisitos o se
acerque al mínimo requerido- automáticamente se vuelve el elegido y todo es
color de rosa y un largo etcétera de posibles clichés amorosos. La vida se
vuelve rosa y ah, todo bien.
Quizás, ahora más que nunca,
no le había tomado el verdadero peso al estado neutro.
Quizás es por la simple razón que ya olvidé a mi ex y al anterior a ese y,
simplemente, dejé que la vida siguiera su curso y dejé de preocuparme por el “¿cómo estarán ellos?” y
un largo etcétera. Personalmente, en este momento neutral, no podría
comprometerme con ningún tipo de relación, sea esta libre, seria o de amigos
con beneficios. Le daría -por primera vez en estos veinte y tantos años- un no a
cupido.
Y estoy segura que sería la
mejor decisión. El estado neutral no es algo que pase de la noche a la mañana,
es un proceso por el cual tienen que pasar varias cosas (quiebres,
enamoramientos, muchas desilusiones) para entrar a ese estado en el que no te
gusta nadie y no te interesa nadie (ni siquiera para jotearlo)
Y, puedo decir con toda tranquilidad, que he dado vuelta la
página. Y no podría sentirme más feliz.

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